lunes, 10 de octubre de 2011
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El cielo está ceñudo.
Quiero hacer una reflexión sobre los animaletes que circundan nuestra vida inglesa. Mi preferido, así a lo pronto, es el cuervo. De lo más majete con su andar patizambo y su graznido desgañitado. Además, según los estudios que estoy llevando a cabo, está en la cima de la pirámide de poder del mundo emplumado de la zona. Justo por debajo se encuentra la gaviota blanca. Líder en tocapelotismo. Aquí se las quiere bien poco, entre aves y humanos, digo. Y es que son pesadas en todos los sentidos. Cuando se acercan las gaviotas los otros bichejos se piran, excepto los cuervos que son pacientes y poderosos. Luego están otras gaviotas más pardas, también en todos los sentidos. Aquí hago un paréntesis para reclamar el conocimiento familiar ornitólogo y arrojar algo de luz sobre este mar de desconocimiento en el que me ando. Bien, mi estudio no está muy avanzado, por detras de estos bichos que he dicho, vienen todos los demas pajaros de menor tamaño. PAlomas, urracas, otros que no sé cómo se llaman. Dejo a un lado los patos, que andan a su aire. Y no sé dónde colocar al faisán que nos sorprendió el otro día paseando por ahí.S.
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1 comentario:
La ornitología nace del amor a los ornitos.
Te quiero bro.
M
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