lunes, 17 de octubre de 2011
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Contra todo pronóstico conducir por la izquierda resulta mucho más fácil de lo que podía imaginar. Ahora me parece de bárbaros circular de otro modo. Las carreteras aquí son muuuy estrechas, con muchas curvas, cambios de rasante y están siempre mojadas. Hay unas especialmente angostas, en las que cada poco tienes una especie de isla en la que te tienes que colocar si viene un coche de frente porque dos no caben. Las señales tienne tamaño de platito de postre para no ocupar el espacio transitable. También me son extraños los bichos atropellados de las cunetas. Nada de perros tiñosos, ni gatos vagabundos, aquí lo que se te cruza puede ser un alce o un tejón gordito. S.
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3 comentarios:
Pobre tejón gordito, me ha dado una pena horrible! :(
Criaturas extraordinarais os encontrais....estás virando ¿incoscientemente?el blog hacia la flora y fauna de la tierra que te rodea.Inquietante.Cuando vayas a ver la casa de Agatha,acuerdate de mi.Thanks.
Pobre tejón. Seguro q hubiera preferido ser el gorro de una apuesta damisela q quedar a merced de los elementos en una cuneta.
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