Pues resulta que la Martinis, que ya huele a montuno, ha ido
a pájaros y se ha traído este ejemplar. Los que saben del pueblo le han llamado
de un montón de formas (al pájaro digo), pero la que más me ha gustado con mucho es Chochín.
Le hemos metido al búnker para ver si se encontraba huecos y
se escapaba, y la Martinis le ha puesto un tazón de pan con agua que ella no se
come ni en tres días. Hoy le hemos
soltado para que vuelva con sus papás y cuando se iba le he dicho “Ciao
Chochín”. S.
No hay comentarios:
Publicar un comentario