Ayer conocimos a Otis. Tiene el tamaño de un chorizo criollo, es marrón chocolate y hace ruidos todo el rato. Todavía no ha abierto los ojos así que tiene que estarse un tiempo con la Estrella, su madre, hasta que crezca un poco. Ya me han dicho que si tienes un podenco es para cazar conejos pero no estoy del todo convencido. Ayer le montamos el chalete. S.
2 comentarios:
me encanta la casa de Otis, pero que van hacer las gallinas sin su monstruo.
¿Ánde quedan las tejas?
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