Se nos ha venido encima el otoño, todo de golpe. Nos vemos inmersos en el epicentro del diluvio universal que acojemos con buena gana y estufa nueva. No nos pasa desapercibida la otra lluvia, la de palos, que está azotando Madrid y que le amarga a uno el desayuno, la comida y la cena. S.
2 comentarios:
Más bonito será el paisaje otoñal lluvioso en el campo que en la ciudad... disfrutadlo... ^_^
Cuando quiera pensar en cosas bonitas estos días, entre tanta noticia fea, imaginaré el campito precioso de la foto, la lluvia, y la estufita calentita.
Un besote.
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