Son 3 kilos y 750 gramos un peso muy respetable hasta para un garrapo chico. A nuestro sobrino nos lo han fabricado con la precisión de una empresa japonesa, guapo como sus tíos y listo como sus padres. Se le nota bien ensamblado y agarrado con fuerza al pan que trae debajo del bracico. Estamos francamente orgullosos y contentos de tan buenas maneras a la hora de fecundar, gestar, parir, y succionar. S.
2 comentarios:
El los corrillos gallináceos solo se comenta la llegado del nuevo lechón y la aparición de un frigorífico con ruedas
Todavía en la furgo, por cierto.
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