No serán los inyectores de la Vito los que nos lleven más lejos. Tras el puerto, el desastre. El tufillo a chamusquina y la hoguera improvisada. Tras el mecánico, el desastre. El tufillo a azufre, una perspectiva inabarcable para nuestra economía y la esperanza de que en el cielo de los coches sean más transigentes que en el cielo de los conejos. S.
4 comentarios:
Pues menuda putada...
Madre mía, si, qué putadón! Y cómo os vais a mover por allí? A los conejitos qué les ha pasado?
Ostrassssss, y ahí perdidos del mundo, sin taxis, autobuses, metros, líneas,...motos, bicis... ¿qué va a ser de vuestra vida???
Putada, putada, putadísima
Hermosos!
Ni preocuparse. Seguro que si ha pasado tenía que ser así!!
Saldréis de esta y yo, de momento, os felicito por las aventuras que os traerá el suceso.
Entretanto, todos a una a buscar posibes soluciones para vuestra movilidad!
Aquí nos tenéis!!
Besos,
muchos!
Al
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