Candealito, proeza evolutiva, se ha pasado las horas haciéndole a Noodle la mirada felina. Después de horas de infructuosos intentos y con algún zarpazo a las espaldas, ha decidido roer todos los cables de la casa. Castigado al pajar. Allí le hemos dejado haciéndole a Cepo la mirada del gazapo. S.
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